¡Ay el solar! ¡Empieza el baile! Y aquí ya no hay margen de error. Hasta aquí nos hemos movido en el ámbito del estudio, de la investigación. A partir de este momento un error nos puede salir muy caro.
Ya tenemos el ámbito donde queremos hacer nuestra promoción, le hemos puesto cara a nuestro cliente y a nuestro producto, pero hay que encontrar el lugar físico donde encajarlo. No es una cuestión baladí, pues aunque nuestro producto ideal sea un tres dormitorios con dos baños de 70 m2, después la configuración física del terreno nos va a dejar o no hacer ese tipo de vivienda. Ojo con los corredores/agentes, lo que te traigan siempre será maravilloso. Pero vayamos por partes.
¿Qué cosas -como mínimo- hay que hacer?
ir a verlo: puede ser un edificio viejo encajado entre otros que nos va a costar tiempo y dinero derribarlo, o que pase justo por encima una línea de alta tensión, o tener inquilinos inesperados o… Llévate también al topógrafo, que luego puede haber sustos en las superficies. Y es que Google earth lo aguanta todo.
ir al ayuntamiento: de cajón. Cédula urbanística. situación actual, si hay que gestionar o no, cargas de urbanización, acceso a los suministros…
ir al arquitecto: con la información anterior ya podemos ir al arquitecto a pedirle un primer encaje de las viviendas que queremos hacer allí. Gratis, claro.
ir al registro: una vez estudié uno que estaba todavía a nombre del bisabuelo…
ir al catastro: ¿coinciden los datos con los del registro?
Si todo va bien, podemos estar razonablemente seguros de que vamos por el buen camino.
Una pista: cuantos más problemas «formales» tenga, más barato será. Evalúa si eres capaz de resolver esos problemas, puede que otros lo descarten.
En otra píldora veremos la problemática de la compra: opción, permuta, hipoteca…