Acabó el sueño, de la peor manera posible: Brasil 1 – Alemania 7. Pudiera parecer un resultado de un partido de fútbol, pero no: es la puntuación que obtiene cada país en términos de desarrollo y bienestar social. Ya no hay más por lo que engañarse aquí en Brasil. El fútbol es una desastre. Y lo demás también. Los estadios han quedado muuuuuy bien, pero, y ahora? No hubiera sido mejor invertir todo ese dinero en hospitales y escuelas? No son, realmente, la FIFA, cuatro grandes constructoras y un puñado de políticos corruptos los únicos beneficiados?
Ojalá este desatre futnolístico abra los ojos a los brasileños del desastre real, y actúen en consecuencia. Este año es de elecciones, hay una buena oportunidad. Este país merece más.